posmodernos y jodidos

Nacas. Indias. Rateras


Crédito imagen : Alberto Alcocer @beco.mx

Una luz apagada cerquita de mi nariz, en mis ojos.

Un olor agridulce de clóset, era el interior de un guardarropa que me parecía una recámara, muchos años después aprendería que eso se llama “walk in closet”; a mí me resultaba cognitivamente imposible relacionar el concepto ropero con aquella cosa descomunal. Apretaba las rodillas contra mi abdomen y mis orejas rozaban un vestido animal print de la marca Versace.

Tenía ocho años, mi madre me escondió ahí porque así se lo ordenó la dueña de la casa. Yo era la hija de la señora de la limpieza. Es que había visitas y yo estaba muy negra, muy “pinche prieta” como me decía la niña rubia hija de la señora rubia dueña de la casa también rubia porque estaba toda pintada de amarillo.

Esa niña me provocaba terror y angustia, “pollito” le apodaban. Y sí, ella era como un pollito amarillo, dorado, hijo del sol, de ojos radiantes y bondadosos, pollito Disney y pollito Pixar, personaje rubio nacido para representar el lado hermoso y bondadoso del mundo. Yo en cambio había nacido en el lado malo, el lado oscuro, el lado de la noche, el atávico mundo de un universo sospechoso y maligno donde las pieles son color café y  los ojos negros y el pelo negro y, seguramente —cómo va a ser distinto—, las intenciones negras.

A mi madre la corrieron de ese empleo porque un día cortó un trozo de pay de queso para que yo, su negrita, lo probara. Gatas. Nacas. Indias. Rateras. Pinches negras.

El pollito se dio gusto insultándonos. Mi madre me dijo: “no les hagas caso”. La escuché llorar en la noche, le pregunté si era por lo que nos habían dicho, entonces lloró más fuerte y luego me llenó la cara de besos y me dijo que lloraba porque cómo íbamos a pagar la renta de ese mes, la forma en la que nos habían insultado era lo de menos.

El recorrido ha sido largo, el estigma del color oscuro, el negro y todos sus derivados, la polisemántica del café con su nutrida creatividad me ha llovido a cántaros: morenita pero bonita, cásate con un güero para mejorar la raza, buscamos un perfil con otra imagen, eres morena pero no pareces mexicana; negra, ríete para que salgas en la foto; con qué va a pagar su estancia en Berlín, señorita Murillo; let me see your passport, Miss Murillo porque con esa piel sospechosa no se sabe con qué intenciones viene usted a nuestro país.

Hay un lado del mundo, donde estamos los de piel morena, que es objeto de desconfianza, de cuestionamiento. Esclavitud, conquistas y colonizaciones que han permitido que un grupo de personas puedan explotar a otras porque el pigmentómetro se los permite.

La señora rubia y su pollito tenían una orquídea negra que me hipnotizaba. Y tomaban café negro. Y les gustaba el chocolate negro. Y yo tenía ocho años y no podía dejar de pensar en el color negro, en cómo escapar del estigma, en cómo encontrar la cara buena del negro y no entendía por qué era una cosa tan mala, me empeñaba en buscar una grieta que filtrara dignidad, orgullo, aceptación.

Con los años aprendí que no era sólo el color, era todo: un origen, una clase social, un nombre, un apellido, una escuela pública; la marca de un auto, un código postal, la marca de un vestido, las estrellas de un hotel, los asientos de un avión, el perfil de puesto en una empresa, las políticas de atención en un restaurante. El mundo y este país están sistemáticamente configurados para rechazar a un segmento, para discriminar sin tregua a unos sobre los que se imponen otros.

Muchas veces he querido y quiero conformarme. Guardar silencio. Dejar el tema en paz, pero es que no es una batalla única, mi experiencia no es mía, sería pobre y mezquino pensarlo. Somos tantos, somos tantas.

No hace mucho un airado lector dejó un comentario en una columna mía que rezaba así: “la pobreza de tu genética se nota en tus rasgos indígenas”, dijo eso porque no le gustó mi postura respecto de un tema de transporte público.

A veces quisiera no volver sobre el tema, escucho una voz, cierto pudor personal que me dice “ya, deja de contar estas lastimerías, cambia de página”. Pero es que somos tantos, somos tantas.

Y vuelvo a la orquídea negra y su belleza perturbadora, a la belleza del poema de Nicolás Guilén: repica el negro bien negro.

Y no me escondo y no me conformo porque ya no tengo ocho años, porque ahora entiendo que no se trata de un color, pero sí. Y que no se trata de mí, sino de todos.

@AlmaDeliaMC

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Alma Delia Murillo

Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Plaza y Valdés). Colabora en El Reforma, The Washington Post, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ y otros medios. Desarrolla guiones para cine y teleseries. Autora de las audioseries y podcasts en Amazon Audible: Diario la libro, Ciudad de abajo, Conversaciones, El amor es un bono navideño.

94 Comments

  1. Sergio Rios

    Qué triste leer el trato que les dio esa señora. Y también qué enojo. Yo crecí con ese racismo de los 80’s, soy moreno y mi mamá dice que un día le comenté que cuándo me iba a poner ‘blanquito’ como los niños de los comerciales. En fin. En mi caso deje de sentirme discriminado por el color de mi piel desde los 20 años, soy profesionista y en los empleos que he tenido, han visto más mi capacidad que mi color. Y eso que trabajé en lugares que considero son elitistas. En fin, te mando un abrazo a la distancia y gracias por compartir estas historias.

    • Alma Delia Murillo

      Gracias, Sergio, un abrazo.

    • Me recordaste algunos pasajes de mi niñez. Vivíamos en la Narvarte y algunas señoras me decían que en que casa trabajaba. Algunos integrantes de la familia política que nos acogió, a mi madre y a mi, me desvalorizaban diciéndome, justo eso India, negra, y huérfana xq no tenía papá. Me costó trabajo entenderlo y forjar mi autoestima pero sobre todo quitarme la vergüenza que a veces sentía al verme, en la adolescencia principalmente. Hoy es distinto o al menos la forma en que lo veo y en que le tomo interés a esas ofensas. Abrazos y gracias por tu crónica.

    • Me encanta escuchar eso. No importa el
      Color, da lo mejor de ti y que te reconozcan por tu entrega, valor, profesionalismo. Ojalá no existiera el racismo. Yo soy francesa, nacionalizada Mexicana, y en mi casa siempre aprendí el valor de los humanos. He de decir que a veces no ha sido facil en Mexico para mi, pero como bien dices, no te dejes, siempre busca dar lo mejor de ti. Gente mal, frustrada o con complejo de superioridad, siempre habrá. Pero estoy convencida que hay mas gente buena!

    • Jesus Hernandez del Villar

      Una vez mis hermosísimas hijas, una rubia la otra morena, me preguntaron que por qué el mundo era así, racista, estúpido y prejuicioso y que qué se podría hacer para mejorarlo. Lea contesté, aplicar la frase de Antoine de Saint-Exupéry que puso en los labios del Principito. «Sólo con el corazón ase puede ver, lo esencial permanece ocultó a la vista». Y a veces he llegado a pensar que si continuamos así, lo mejor sería que todos fuéramos ciegos. Un abrazo.

    • Es un a historia tan bien contada, que me gustó al punto de de sentir vergüenza. Gracias Alma por hacernos ver lo que el velo del privilegio nos limita. Sigue contando tus historias, como dices no solo se trata de ti, se trata de todas y de todos.

    • Cada quien emana su sentir, pero cada quien es quien se siente ser, no todo en la vida es el color, estatus, es quien tú quieres ser. Lo pasado duele pero el hoy es tuyo.

  2. Que bonito escribes, se sienten tus palabras.

    • Mireya Sotomoro

      Y resulta que como bien dices aunque cubras el perfil de güerita también debes tener la reinvindicación de tus antecedentes familiares. De preferencia apelar a raíces directamente extranjeras.
      Posteriormente mencionar la escuela y por supuesto en qué colonia creciste…
      La sociedad mexicana está llena de prejuicios clasistas. Asqueroso.

  3. Nací en una colonia « bien » y fui a un colegio fresa y nefasto. Fui la morenita de la familia. Mis primas güeritas con narices chiquitas. Y yo portando siempre cara de nada, de nadie, de negra como me decía mi hermano desde chica. El sí tenía los ojos verdes y la piel blanca. Yo era un mal trecho, un foronculo que estorbaba. Mis amigas me decían que tenía nariz gigante y la fealdad un tiempo se apoderó de mi. « Tu no eres de la bolita » me decía una compañerita güerita con voz de despecho. Aún cargo esa cara de nadie, de apagón, de fealdad que se mezcla con mi color de piel y color de ojos marrones. Mi abuela era blanca con unos ojos azules que todos admiraban y presumían. No sé si fueron mis ojos o mi piel pero nunca senti que parte de la familia, no tenía un lugar. Aún lo siento.

    • Alma Delia Murillo

      Ro, te abrazo muchísimo. El súper poder de legitimarte lo tienes tú y sólo tú, dátelo. Eres hermosa y diferente a esas chicas que componían tu entorno, te aseguro que eso abre un universo aparte. Gracias por compartir tu historia conmigo, con nosotros. Somos legión y somos hermosos.

    • Joyce Guarneros

      Me hizo sentir muy bien el leer que somos muchas, somos muchos.
      Muchas veces me dijeron el morenita pero bonita, en trabajos claro que note que importaba el ser morena, en muchas ocasiones las bromitas que hacen con el color de tu piel lastiman.
      Todavía recuerdo cuando nació mi hija y ne dijeron «en broma» que si no me la habían cambiado en el hospital, ya que ella es de piel clara.
      Me gustó mucho leerte.

    • Deja ese lastre atrás amiga,, ahora eres grande y poderosa, ya no dependes de estigmas ni conceptos de nadie.. si ellos no han podido ver la grandeza de tu alma por encima de tus rasgos: los que no son de tu familia son ellos, los que no pertenecen a ti son ellos.. La ignorancia es el peor cancer, y si tu familia nació enferma y nunca quiso curar, déjala atrás. Tu no tienes que normalizar y Suavizar todo el racismo pasivo- agresivo que recibes “para no crear conflicto con nadie”, sea la abuela, el hermano, la madre… déjalo atrás.

  4. Manuel Meléndez Marín

    Terminé de leerlo con lágrimas de coraje, de un pinche coraje por tantas chingaderas. Gracias infinitas por tus textos.

  5. Omar Valladares

    Me sucedió en el Aeropuerto Montréal-Trudeau en diciembre 2003 -posee un área controlada por las autoridades migratorias de los Estados Unidos de Norteamérica- cuando al pasar con mi hermana y mi mujer -quienes tienen pasaporte canadiense- no tardaron ni 3 minutos en salir, pero no fue mi caso.
    El oficial de apellido Wasarwa de origen paquistaní, me retuvo casi 30 minutos preguntánfome por mi ingreso a EU -era solamente una conexión en NY para tomar otro vuelo a la Cdmx-.
    El tipo se esmeraba en joderme, máxime porque mi hermana quien no habla inglés le solicitó el servicio en francés, él dijo Why you don’t speak english if you are living in Canada?, mi hermana respondió. J’habite au Québec et ici tout le monde parle français. Por lo tanto, el oficial paquistaní andaba muy «nervioso». El malsabor me duró algunas primaveras y dos anos después, tuve la mala suerte de volverlo a ver. Está vez, yo piseía un pasaporte canadiense, por lo cual el Se Wasarwa se comportó como un pinche «Gentleman».
    Así las cosas…!

    • Hola Alma Delia,
      Gracias por compartir tú experiencia. En Mexico siempre ha existido el racismo y nuestra sociedad en general ha sido muy complaciente. Tenemos tantas cosas por cambiar y superar en nuestro país.

    • Mis ojos y mi menten se han perdido atrav3z de las niñas y es que imaginar que este tipo de tratos de rechazo es tan común, duele, la gente y sus infulas de ser siempre más acaban con la poca humildad que aún quedan en las personas. NO SE LLAGA A UN ESTRATO ALTO PARA MIRAR A LOS DEMÁS SOBRE EL HOMBRO, SE LLEGA PARA AYUDAR A OTROS Y PARA SER MÁS HUMILDES.

  6. No te imagina lo que envidiamos una piel color canela los que tenemos la piel color pescado hervido. Imagina las horas de sufrimiento al sol para disimular la cara de acelga.
    Pura envida, querida Alma.

    • Es en serio que por lograr un bronceado envidias el color de piel, cuando por ser moreno en este país te estigmatiza, Por ser moreno te rompen….. que triste

    • Eso es exactamente lo que no se debe decir .. no se trata de enarbolar una raza o decir “ me gustaría más tu color moreno a este pálido “ eso no resuelve la situación. Parece un consuelo 🤦‍♀️

    • Así las cosas desde la piel blanca, qué risa, que cinismo

    • Alma Delia Murillo

      Te abrazo, querida; muchos no entenderán tu comentario. Es que en el contexto de México, lo de menos es la ventaja «estética» recién puesta de moda de la piel morena. Lo cierto es que llevamos 500 años padeciendo la identidad morena. Un beso

    • Alma Delia Murillo

      Te abrazo, querida; muchos no entenderán tu comentario. Es que en el contexto de México, lo de menos es la ventaja «estética» recién puesta de moda de la piel morena. Lo cierto es que llevamos 500 años padeciendo la identidad morena. Un beso

    • Me provocaron una gran sonrisa tus referencias a pescado y acelgas, jejeje…
      Creo que el juzgarte por lo que comentaste es también un tanto discriminatorio; después de todo, también sucede que entre los «de piel blanca» existen ciertos actos de discriminación. Entiendo que tu comentario refleja lo que también puede pensar una de cabello lacio que lo quisiera rizado, o viceversa, no por una «envidia malsana».
      Todo depende de «como te ha ido en la feria» y de cómo te ves. Lo que sí te puedo decir es que lo que importa es saberte valioso o valiosa por lo que guardas en tu corazón y por cómo tratas a los que te rodean y tu comentario no me pareció para nada ofensivo. Gracias por mostrar otra visión a los que solemos sentirnos o sabernos atacados por ser morenos o de piel oscura. 😉

  7. Lucía Castellanos

    Qué fuerte lo que escribes, pero en este país seguido lo veo, yo soy blanca y me educaron que todos éramos iguales sin importar para nada el color de la piel de la otra persona, así trato de educar a mi hijo repitiéndole una y otra vez que todos somos iguales, creo que está en casa esto, escribes muy padre, te felicito y siempre disfruto leer lo que escribes, saludos.

    • Katya Hernández

      Todo lo que leí me llegó a lo más profundo del corazón y es que si, en un país como el nuestro (paradójicamente con un origen indígena), los que nos asemejarnos más a nuestras raíces somos los más despreciados. Gracias por esa escritura tan hermosa ….

  8. Tu tranquila, Maja

  9. Dallana Muñoz

    Miss Alma Delia, somos tantos que hemos tenido una situación como la tuya, recuerdo, en alguna ocasión, entre en una tienda con una hermana mía de tez blanca, al dirigir nos con la vendedora no me habló a mí, solo a mi hermana, pensaba que la clienta sería «la blanca»; para su mala suerte, iba ser la morena o la prieta quién compraría, al final, decidí no comprar primero por su racismo y después porque no me gustó su mercancía. Te abrazo a la distancia. Atte. Otra prieta muy amorosa

    • En una escuela de legionarios la mejor amiga de mi hija, nos contaba que en primero de primaria una niñas le dijeron: “no podemos jugar contigo porque eres morenita.” Obvio era algo que las mamás les habían dicho a sus católicas hijas.
      Esa niña ahora es una mujer bellísima, exitosa mucho más guapa que sus güeras enemiguitas.

  10. Alma Delia Morales Romero

    Gracias tocaya por tu artículo, cultivar en nuestros niños autoestima ayudará para que nos vean con otros ojos, todos en algún momento hemos sufrido discriminación y ahora de grande entiendo que la gente se aprovecha de aquel que percibe como frágil, así que levantemos la cara y tomemos de la mano aquel que se siente menos o inseguro.
    Saludos.

  11. Andrea Noël

    Me encanta como escribes! Ere brillante. Yo soy mulata, de padre negro (haitiano) y madre blanca (mexicana) y desde chica se hizo lo más natural. Es increíble el daño que se sufre. Aun en Haití donde viví por muchos años, son racistas… los mulatos desprecian a los negros…

  12. Evelia Corrales

    Es una historia tan verdadera, que da pena ajena, decían los viejos, que las personas por tener un pigmento claro piensen y hagan pensar a los demás que sin mejores, esa falta de valores, esa ignorancia para pensar que solo lo que se ve, se gasta, se tiene les da importancia, sobre los demás pobre gente, al desnudarse no son nada solo un cuerpo, descolorido, vacío, inanimado, te saludo no con conmiseración, sino con respeto y admiración 🙏

    • Cuando veo a los indígenas, a las personas de campo, de pueblo con tanto arte en las manos, con el orgullo de sus orígenes, de sus tradiciones de su gastronomía hubiera querido ser más así.
      Yo soy una mezcla de mundos donde mi bisabuela paterna (española radicada en México) despreciaba a mi abuela materna (India, Prieta, gente de campo).
      Muy cierto y muy triste que nuestra diversidad nos marque; yo tengo un hijo moreno como yo y una hija blanca como mi esposo, y mi hija a a veces pregunta: «¿Por qué la gente me dice güera, güereja, güerita, y no me dicen por mi nombre?» Y de los dos, ella siempre llama la atención.
      Soy parte de una familia de ciudad (que respeta al humilde de campo) y de una familia de campo (que siente superioridad de su semejante porque su piel, su cabello y sus ojos son de color más claro).
      Ojalá algún día entendamos que a fin de cuentas sólo somos humanos, y que son nuestras acciones y no nuestro color lo que importa.
      Un abrazo en la distancia!!!

  13. Te abrazo Alma Delia y agradezco siempre tus reflexiones.

  14. rgcarabes

    Mi querida Alma Delia, han sido muchas décadas las que han influido en un Mexicano gandalla, aprovechado, oportunista, vanidoso; gracias a la tv, las televisoras se han encargado de marcar esas diferencias y dividir hasta las mismas familias, ya que algunos salimos con rasgos más marcados de uno de los padres que del otro.
    Considero una fortuna poder decir las cosas, influir de alguna forma para que desde los primeros grados escolares se regrese al respeto personal y se crezca con la diversidad y la tolerancia como forma de vida y de convivencia!
    Aplaudo tus mensajes!!

  15. negro, blanco, amarillo, azul, rosa, verde, etc., no puedes cambiar los colores del mundo, como tampoco puedes cambiar a todo el mundo.

  16. Definitivamente la mejor redacción que he leído … ese México de las películas a blanco y negro, ese que divide en clase social , que discrimina y que se enorgullece de hacerlo . Ese que a pesar de los años , no lo deja de lado , porque es más conveniente dividir qué juntar .

  17. LEticia Rodríguez Segura

    Me encanta el leer tu relato, por qué haces ver con nitidez el dolor que implica sentirse discriminado y sentirte fea viendo que el espejo te dice lo contrario. Yo me he sentido discriminada por varios motivos

  18. Luis Fernando

    Sonos tantos , somos tantas !

  19. Sandra López

    Se crece con la discriminación, incluso en la familia. Yo tuve apodos de india, negra, prieta («de cariño» decían) porque mi color de piel era mas oscuro que el resti de la familia. No lo sentí como insulto y crecí con ello y me di cuenta que si hacían la diferencia en el trato. Busqué en mis orígenes, tengo ascendientes indígenas y estoy profundamente orgullosa, dejó de ser discriminación, ahora es parte de mi dimensión como persona. Creo que hay que educar con ese cambio de mentalidad. Aun así, es ridículo que en nuestro país exista esta diferencia, somos mestizos, no es buscar la diferencia es integrarnos como comunidad, cono sociedad.

  20. FRANCISCO JAVIER MAYA CERVANTES

    Mi estimada Alma, al leer tu texto solo puedo decir lo siguiente:
    Tengo a mi pequeña Romina de 5 años, la cual es de piel morenita, todos los días y cada que la veo le digo lo hermosa que es y ella misma ya se siente encasillada, tal vez por los medios de información diciéndome «Pero soy morena» yo le respondo «Eso precisamente es lo que mas te hace hermosa»
    Alma te felicito por haber vencido todos estos estigmas, creo que el escenario al cual te enfrentaste es diferente al de mi pequeña Romina pero hoy día sigue existiendo esta discriminación por el color de piel y nos toca a nosotros como sociedad contribuir para que esto sea irrelevante y con tu experiencia créelo, ya estas contribuyendo.

  21. Hola, gracias por compartir tú historia. No sabes cuánto duele que te digan negra y te vean como si fueras algo raro. Mi esposo se ríe cuando le cuento que me han discriminado. Hasta que un día precensio como una señora me pedía que me moviera por qué le incomodaba. Entonces junte el coraje para gritarle que lo que hacía era discriminarme, yo me queje con la tienda. Obvio me dijeron que no podían hacer gran cosa y que la señora siempre se portaba así. Mi mamá fue un gran apoyo pero eso ha creado muchas heridas que no sanan y que a pesar de mi edad duelen todavía.

  22. Alejandro Castillo

    Hola:
    Entiendo sobre el tema lo vivo día a día. Nos molesta, nos carcome, pero el racismo lo esconden tras el «te lo dice de cariño». Y no no debemos molestarmos todo es con «cariño». En mi último empleo me dice el superintendente «negrito de oro» será que me quiere decir que soy el mas valioso. De adolescente una niña me pregunto: ¿ese es tu color de piel»? , otros tantos más «prieto, negrito, no falta el Negrito en el arroz. El día que me casé un invitado (un militar) que no era conocido mío le dio el regalo al de frack que estaba a mi lado porque era de piel clara, aunque yo traía frack y el adornito de la solapa osea el del novio. Es obvio que desde el. Nivel socio económico más bajo hasta el más alto se ha educado bajo esos estándares de la piel oscura es lo peor, por eso quien es Moreno asume que no lo es. Hoy mismo la foto de perfil de mucha gente tiene modificaciones desde el color de piel hasta, hacerse delgado aunque en la realidad no corresponda. Y no es que tengamos un problema de inferioridad y por eso tanto reclamo si lo porque es un ya basta de mirarnos como lo que no somos. Hay racismo en otros lares pero aquí en nuestra sociedad nuestro. Mundo «todo es de cariño».
    Saludos.

  23. ¡Ufff!

    Qué maravilla de texto testimonial. Me encantó y me hizo caminar por una línea del tiempo de lo que también he vivido y lo que he visto. ¡Bravo! Felicidades por seguir contando esto y no, para nada es una «lastimeria» tú eres una voz que representa a un enorme sector de la población de este país.

    Valor, coraje y carácter. Y desde luego de tremenda superación. Porque muchos sabemos que esto ha sido un gran mérito en un país que por nuestro color parecemos estar condenados a vivir cierto estilo de vida y tú los has roto cultural y educativamente.

    No sé mucho de ti, pero por lo que cuentas y ahora donde escribes hay una clara diferencia de lo que has logrado pese a «pronósticos» impuestos por un país racista y discriminatorio.

    Más textos que hable de la realidad en México. 👏🏾👊🏿🇲🇽🌟

  24. Agustín Castro

    Cada vez te admiro más. Gracias por todo lo que escribes, Alma Delia.

  25. Tu piel es superior a la de color “blanco”, y tu alma, superior a la de muchos blancos.

  26. No más nudos en la garganta por el despecho, que las únicas lágrimas sean porque nos encontramos unas a otras conmovidos por la solidaridad y la equidad

  27. Alejandro Canseco

    Alma, tu relato me dejó impactado.
    Tenemos que hacer algo para que las cosas cambien. En este momento no sé qué, pero algo tenemos que hacer.
    ¡Abrazo!

    • Alma Delia Murillo

      Alejandro,
      Si tienes hijos y no son morenos, puedes empezar por educarlos para que conozcan esta realidad y su injusticia arbitraria… un abrazo.

  28. Alma, yo también me llamo Alma y aunque soy mestiza y mi piel es morena, para mi el color de mi piel no ha sido tanto problema como el haber nacido mujer en un pais donde te descalifican tan fácil y sencillo con un «está loca» apenas expresas un pensamiento diferente al que se supone debieras tener respecto de las cosas y las circunstancias, y sobre sobre todo en el medio político al que durante un tiempo apoyé: los de izquierda que hoy nos gobiernan y que hoy más que nunca se manifiestan como un gobierno intolerante disfrazado de tolerancia. En mi caso Alma y no dudo que en el de muchos, no es el color el mayor problema en nuestro país … sino las ideas.
    Saludos.

  29. Lloré de amor. ¿Sabes? Nunca te había leído, para ser breve, somos una familia homoparental, ¿sabes cuanta discriminación hemos recibido? Mis 5 hijos a sus cortas edades han recibido rechazo social a más no poder, unos son rubios, dos castaños y uno moreno. Han vivido homofobia, racismo y largo etc. Pero llenos de amor, como el que tu madre te dio. Y es que las madres por amor podemos convertir trozos de pan en estrellas del firmamento.

    Gracias Alma Delia, eres una chingona. Aprecio tus letras.

  30. Homero Palacios

    Pues en que país pasó eso, porque en México, donde nací y he vivido toda mi vida, siendo moreno como muchisimos otros no he visto ni oído nunca nada parecido. Creo que como en todo le quieren copiar a los problemas en EEUU, que poco original.

    • Alma Delia Murillo

      Homero… no sé ni por dónde empezar.
      Te recomiendo mucho que te asomes a las estadísticas del INEGI, del CONAPRED, que leas historia de la colonización y el mestizaje… que te subas al metro, que prendas la tele en el Canal de las estrellas… a la mejor todo eso junto te da el contrapeso de la perspectiva de tu única experiencia. Que a ti no te haya sucedido, no significa que la discriminación racial no exista en México, existe y de un modo apabullante.

  31. Norma A Cheivs

    Me da mucha tristeza y coraje que te juzguen por el color de tu piel! En mi casa cuando llegamos a tener ayuda doméstica (soy clase media) mi mamá se sentaba a la mesa con ellas y hasta les servia!! Nosotras jugábamos con sus hijas y para nosotras eran niñas y punto, incluso yo envidiaba sus trenzas hermosas porque yo siempre tenía cabello corto y rizado. Yo creo que es cuestión de educación, en mi casa jamás escuché a mis padres decir la palabra prieto o negro despectivamente, ni mucho menos permitir que alguien de nosotras despreciara a una persona porque el castigo era severo y lo agradezco. No existen seres humanos de primera y de segunda clase y me enferma cuando alguien desprecia a una persona por el color de su piel. Tu mamá debe ser una persona maravillosa y tu eres reflejo de ella y de su gran Amor, felicidades.

    • Lamento decirte que en este país, por supuesto existen personas de primera y de segunda – vivimos en un sistema económico estructural -, justamente
      cuando dices: soy de clase media, ya está intriseca está división. Obviamente las hijas de las trabajadoras que tenían tus padres no tuvieron las mismas oportunidades que tú.
      Mencionas – y lo colocas en signos de admiración – «hasta les servía!» denotas racismo, cómo si les estuviera haciendo un favor…
      En fin, lo que te comparto no es para juzgarte, es para que hagas una lectura de este privilegio con el que naciste y que muy tenuamente reproduces en tu escritura.

  32. A todos los prietos nos han pasado miles de cosas, y feo, todos se burlan, no te toman en cuenta, no vales, eres despreciado, te gusta una muger que ni te ve ni te oye, contra todo esto se batalla y lo compensas siendo educado, cumplido, trabajador y honesto, saludos flacuchis, prietita pero hermosa

  33. HOMERO, que no te haya pasado es buen pero sí es importante conocer la problemática de tu país. No leí BAZINGA al final. Espero sea sarcasmo. Sorprendente.

  34. Carmen Fernández

    Hace años cuando mi hijo mayor era un bebé una desconocida en la calle me dijo: “ay que bonito bebé, está bien güerito ¡¿tú lo cuidas mija?!” Cuando le aclaré que era mi hijo se disculpa y me dice: ¡ay es que como tú estás morenita..! Pensó que yo era la nana de mi hijo! Todo pudo creer esa mujer menos que yo fuera la madre de ese bebé, eso y comentarios como: te lo robaste, te lo cambiaron en el hospital, irala mejorando la raza, etc, etc todos esos comentarios acompañados del: es que tu eres morena!
    Un abrazo Alma y gracias por compartir. <3

  35. Muy bueno tu articulo, coincido contigo totalmente, moreno soy y también sufri ese tipo de discriminación. Animo, la adversidad es la que nos forma como verdaderos guerreros. No hay que olvidar, pero no hay que hacerlo.

  36. Mariana Salgado

    Ay Alma Delia, lo único que quisiera hacer es darle un abrazo a la Almita de 8 años.
    Gracias por compartir tan desgarrador texto.

  37. Adriana Bernal

    Somos cuatro hijos, dos mujeres, dos hombres; dos morenos, dos más claros, la diferencia era notable. La ruleta de la genética se repartió democráticamente, niño y niña morenos, niña y niño más blancos. Mis padres son morenos, las abuelas también, los abuelos medio claros, no rubios, pero un pantone más claro. Mi abuela paterna siempre le decía a mi papá: los morenos no son hijos tuyos. Cuando se separaban, lo hicieron muchas veces, le decía «quédate con el mayor, el que sí es tu hijo, con la niña no porque no sirven (yo), que se lleve a los tres más chicos, que se quede tu primogénito, tu sangre, tu apellido. Esas palabras me trajeron muchos conflictos internos, muchos demonios por vencer. Tienes razón, ya no se tienen 8 años, y la cosa parece no cambiar.

  38. Hola, no pude evitar sentirme identificado con tu texto y con muchos de los comentarios. Mi papá es moreno como yo, profesionista y trabajador, que se esforzó en colocar a mi y mis hermanas en colegios privados. Siempre fui el moreno de la clase, el negrito del grupo; me costó mucho encajar y hacer amigos, hasta antes de la prepa. Estudié medicina y durante mi universidad casi no viví situaciones similares, aunque ahora algunos de los viejos fantasmas vuelven a aparecer cuando veo pacientes, o convivo con otro personal hospitalario; cuando por alguna razón arbitraria, las decisiones de alguien más blanco parecen pesar más. Gracias por tus palabras

  39. A COQUD, KYTZYA Y ADOLFO, les pido disculpas porque veo que mi comentario, no sin razón, les molestó.
    Se de la discriminación hiriente y dolorosa por injusta, que en todas partes padecen las gentes de piel oscura: en mi país también.
    Tengo un defecto que he de corregir: y es que ante las cosas dramáticas y dolorosas suelo responder con ironía.

  40. Me encantó y conmovió tu historia. Yo nunca me sentí discriminada x mi color o no lo entendía siempre me he sentido orgullosa de mi color, jamas he tenido mi pelo para verme mas Güera. Mi esposo y yo somos morenos, tenemos 2 hijos guapísimos jeje, el primero normal salio moreno como nosotros un poco menos y el segundo nació rosa y ojos grises y rubio! Así nacen los blancos, cundo lo sacaron de mi pansa lo mire un poco sorprendida, sus abuelos materno y paterno son blancos! Y las abuelas prietas! Como nos dicen y ahí fue cuando empecé a sentirme incomoda, no por mí por mi hijo mayor! A donde llegábamos era que hermoso Güero y a mi prietito ni lo pelaban, jamás en mi vida me afecto o me sentí incomoda x q me decían prieta, negra etc. Me sentía orgullosa y me siento de mi color. Por eso jamas me ofendieron, pero con mis hijos es otra cosa! Porque tenia en brazos al Güero y sentado a mi lado al moreno y no lo pelaban eso me hacia enojar, y ver la estupidez de la gente, la mayoría morenos y las niñas morenas siempre me preguntaban que si las dejaba tocarlo! Y eso me enojaba más

  41. Emilio Saura

    Que gran artículo. Así es, en México existe una discriminación sistemática y terrible. Nací y crecí en un lugar de Veracruz con descendientes franceses que remarcaban su superioridad y justificaban su racismo con la frase «así es francés de alegre». Lo peor es que la gente adulta remarcaba esa idea; una, anécdota: en el aniversario de mi escuela preparatoria el director, moreno, para quedar bien nombra puro alumno distinguido guerito y adinerado, cuando tocó el turno a mi generación, no importó que haya sido el primero de mi clase para merecer la distinción de ser nombrado; no, eso le tocó a, dos compañeros gueritos y de papás distinguidos.

  42. Mónica Angélica Ramos Espinoza

    Tus palabras tienen vida. Le das el color negro que grita por su belleza no reconocida. Gracias

  43. Iliana Segura

    Alma Delia,
    Nunca he visto una imagen tuya. Yo solo te leo, y siempre lo hago con gran gozo, por esa forma que tienes de escribir, y que la siento hasta la médula. Lo que no hace más que confirmame el nulo valor de la apariencia física.
    ¡Te admiro mucho!

  44. Marco Reyes

    Hola Alma, apenas te he ido conociendo por Twitter y la única impresión que tengo es la mujer plena, independiente, hermosa, inteligente y valiente, esto entre muchos otros adjetivos, el color cafe, señalado y latente, que como tu muchos lo hemos vivido y sufrido; es sin duda el interior que nos lleva a ser lo que somos a mostrarnos, tu madre valiente mujer hizo lo que hoy estas aquí transmitiendonos, el valor de ser ser humano.

    Quizás mi niñez fue marcada por el color, hoy a los 55 años con un desarrollo profesional aceptable y con tres hijas hermosas, al igual que tu, morenas como mi origen teotihuacano, sigo eventualmente viviendo hechos desagradables que hoy omito descaradamente.

    Miles de historias Alma, miles, mi madre excepcional mujer cuando niña además de la pobreza tuvo que dejar su tercer año de primaria era la negra, fue señalada y maltratada, sin embargo nos dio a mi hermana y a mi el camino para ser eso que buscamos todos
    Se ser humano.
    Alma gracias por tu reflexión y felicidades por ser y transmitir lo que eres, sigamos trabajando para que cada ves menos veamos el color de piel y enaltescamos el brillo enorme de nuestras almas que por cierto no tiene color. 🙏🏻

  45. Andrea LoGa

    Hola Alma.
    Me conmueve hasta las lágrimas leer esto.
    Lloro de acordarme cuando mi hija la pequeña me preguntó, cuando le ponía crema en su cuerpo para calmar su dermatitis, si esa crema le iba a ayudar a ser blanca como todos los de casa o los compañeros de colegio. Lloro porque a partir de cierto día, empezó a preguntarme si el jabón con el que la bañaba le iba a hacer ser blanca como su hermana o como sus tíos. Y me dolió profundamente que tuviera que estarse preocupando por ese tipo de cosas. Pero desde ese día, me encargué aparte de enterar a la Miss que alguien la jodía con su color de piel, de hacerle saber a mi hija que su color de piel nada tenía que ver con su inteligencia, con su capacidad, qué hay gente tan p3nd3j@ y tan hueca y vacía en el alma que juzgan a los demás por cómo lucen físicamente. Me he encargado de crear autoestima en ella… y muchos etcéteras. Sin embargo, es una triste y muy cruel realidad esta la que viven todas la personas que son de un color diferente de piel y /o de estrato social… te abrazo.

  46. raul oviedo

    Como siempre los hilos del rasimo,,clasismo son muy sensibles..Lamentablemente ya no vivo en la bajada del caballito..
    (asi se llamaba mi calle antes ,,ahora se llama calle Martinez), ahora vivo en Tejas,,
    Si habia gente mas pudiente y con mas dinero que nosotros,,pero crecimos en una epoca donde todos ,ricos y pobres calzabamos los mismos huaraches,(mi padrino era el guarachero del pueblo) asi que a mi en lo personal no me quedo marcado el clasismo,,
    Cuando nos hibamos a bañar al rio en veces sin ropa,,eramos iguales,,eso si unos mas blancos que otros..pero nunca hubo diferencia,..
    Eso si mi papa y mi mama nos dieron educacion a todos.
    Aqui yo no he sufrido maltrato..(una vez en el consulado mexicano me trataron bien mal).
    y muchas veces en el trayecto a mi pueblo nos ha ido de la patada,,y otras veces en mi pueblo tambien.
    Estoy en una disyuntiva,,muchos de mis conacionales que viven a aqui se han distanciado porque uno de mis hijos esta en el ejercito de este pais me dicen que alimentamos el colonialismo gringo,,jajjajjajajam,,,
    Es de risa,,pa donde le damos??
    Cada quien platica como le va en la feria,,o no…?
    Es muy triste lo que pasan en nuestros paises incluyendo en el que vivo…
    Levantemos la cabeza y prosperemos,,aunque seamos prietitos…Al fin de que a nadie le damos gusto… no alimentemos la divsion
    Mis hijos descienden de una Mama Nahuatl pura y un Papa con raices Pame no saven lo orgullos que estoy de ellos,(lamentablemente no aprendieron su lengua materna),,Y eso no les ha impedido que se vayan a la universidad..
    saludos

  47. Y no únicamente es:
    Naca, india, ratera
    Aún apuntalamos dichos como:
    Esa gorda ridícula
    Ese apestoso muerto de hambre!
    Pinches marimachas!
    Retrasado, lenta!

    Somos una sociedad clasista absurda y ridícula. No hemos cambiado mucho.
    Siempre prejuiciamos! Observamos! Olemos! Y si nos aterra el tratar con ciertas personas nos alejamos con gestos grotescos!
    Nos atrevemos a decirles! -Sin derecho alguno- cosas como: que feo vives!
    Tenemos el problema del racismo por raza, por género, por identidad; pero también por estereotipos sociales vanos que no complacen a la sociedad hueca que busca más imagen que espíritu.

  48. Mmmm yo trabajo en la CNDH y así son algunos altos funcionarios desgraciadamente me tocó una jefa Teresita del Niño Jesus , muy católica pero cómo discriminaba, por supuesto yo soy morena me hizo la vida de a cuadros solo quería a las niñas bien güeritas de escuelas privadas .. en fin , el mundo es así , y me tocó aguantar tanta tontería

  49. Me conmovió demasiado… uno de niño no entiende muchas situaciones que pasan en ese momento, y al pasar de los años nos damos cuenta que lo que vimos en aquel entonces como un juego era en realidad un acto discriminatorio. Recuerdo varias anécdotas que siguen persiguiendome , y que aún hoy en día no he dejado atrás, y hacen que aún hoy en mi adultez (36 años) odie mi físico y trate mediante varios procedimientos cambiar mis inseguridades físicas… Gracias por no hacernos sentir solos.

  50. Martha Ayala

    Doña Alma Delia, siempre certera con esa pluma . Yo nací muy norteña de modo que el color no ha sido importante para mi PERO nací chaparra! siempre existirá ‘algo’ ese también es un tema !! Ni hablar, a la vida con lo que uno llegó …. una delicia leerte.

  51. Bárbara Escaler

    Te abrazo desde el corazón.

  52. Vladimir de León

    Alma, tu historia me hizo ruido en la cabeza y en el corazón, me hizo sentir y darme cuenta cuantas veces he experimentado algún tipo de discriminación sin percatarme, y cuantas veces he hecho lo mismo hacia otros sin entender que los privilegios no son solo de los blancos, también de nosotros los morenos, hay mucho trabajo por hacer desde todas las trincheras.

  53. Aún conmovida de leerte, y con un nudo en la garganta, lamentablemente esto ha existido por siempre. Cuando entenderemos que la belleza no tiene ningun esteriotipo, como nos lo han vendido. Te abrazo fuerte!

  54. Gilberto C G

    Un texto espléndido e igualmente me dejó con un nudo en la garganta. Eres una escritora de primera y sé que lo mejor está por venir. Felicidades 🍾🎈

  55. Patricia López

    Es triste leer tu historia, tu punto de opinión y tú crítica, ante tal concepto y simbolismo que se le da al color negro dentro de los seres humanos, es empático el sentir ya que mi familia a trabajado por generaciones con personas «adineradas» «rubias» se que no todos son así, pero quienes nos han lastimado con su discriminación, sus mejores palabras para insultarnos por nuestro color de piel, les puedo decir que todos somos personas, todos tenemos lo necesario físicamente para vivir, pero no todos tenemos el mismo corazón para tocar a las personas y hacerlas sentir bien y no causar daño.
    A ti que puedes leer esto solo te pido que nada cuesta con ser gentil con otra persona, sin favoritismos, sin discriminación solo medir a la gente por su corazón, sus habilidades y sus ganas de vivir y comerse a este mundo, y no solo por su color de piel, no seas tan mezquino.

  56. La discriminación es endémica en México.
    Boogie el aceitoso, se ufanaba de formar parte de la comunidad racista más grande, la que odia a los pobres.

    Ya yo me enteré, mulata,
    mulata, ya sé que dise
    que yo tengo la narise
    como nudo de corbata.
    Y fíjate bien que tú
    no ere tan adelantá,
    porque tu boca é bien grande,
    y tu pasa, colorá.
    – Nicolás Guillén –

    Mi abuela era racista consumada: dame blancura y te daré hermosura.

    Si aún no nos ponemos de acuerdo ni para subir al metro.

    Es una suerte formar parte de una comunidad que te aprecia literariamente y como persona.

    Saludos, Alma

  57. Que bonito relato, también siempre fui el morenito del salón, me sentía un poco nervioso en ocasiones pero como no era feito, siento que no me fue mal, hoy en día ya de adulto no tengo problema pero no dejaría que alguien me tratara menos por mi color, ahora defiendo aún más mi persona y trato de que los demás se sientan orgullosos de ellos mismos y nos busquen la aprobación de nadie…

  58. Me ha parecido muy iluminadoras tus palabras. He compartido tu artículo. Algunas veces también he sufrido el racismo, mi piel es morena clara. Hice trabajo de campo en comunidades campesinas donde se habla zapoteco, llegué a pensar que ellos me verían cercana, pero no y me lo hacían saber. Al regresar a la ciudad veía que tampoco encajaba. En la tele todos eran rubios y de ojos azules. Me sentí en medio de ningún lugar, tuve que leer la historia de México con más detenimiento y sin la intervención de los profesores que la describen o la enseñan desde la mirada de los “vencedores”. Así que también recorrí mi historia familiar para saber qué lugar ocupaba en la sociedad mexicana. Cuando uno no se enfrenta al escrutinio de la mirada racista, uno sigue “blanqueándose” por dentro, aunque la diversidad del color de piel lo vista a uno.

  59. Una de las pocas veces que me he sentido avergonzada de ser mexicana fue cuando corrieron a Rigoberta Menchú de un hotel en Cancún, ella iba a dar una conferencia y en ese momento específico ella estaba en el área de la alberca, le dijeron que se fuera, que ahí no podía «vender». A veces podemos ser tan idiotas…

  60. Es verdad, mi abuela discriminó a una de mis hermanas porque era morenita. Es peor cuando viene de tu propia sangre.

  61. Yo viví el racismo y la discriminación y sé que vienen de la mano, en ese orden, primero notan tu color de piel y después te dan un trato diferente. En cuestiones de racismo entre más oscuro el tono de piel es más hiriente la discriminación, el acoso. La menor de mis hermanas es muy morena (siempre se lo hicieron saber en la escuela, en la calle, en todos lados) lo cual no quiere decir que yo no lo sea, pero ella tuvo el estigma de ser «más morenita». Hoy ella tiene 42 años y desde q yo recuerdo en la primaria la tuve q defender del acoso, de las burlas, del maltrato, de las ofensas y eso se le fue metiendo hasta lo más profundo de su ser, era una niña. Y es más profundo aún, cuando no tienes una estructura familiar que te apoye, que te abrace, que te fortalezca. Hoy mi hermana padece una enfermedad mental en la cual yo puedo asegurar q tuvo q ver el racismo y la discriminación q vivió desde su infancia, además de otros factores. Pero de que el acoso que vivió fue difícil, en verdad lo fue. Un abrazo a todos los q somos morenos no importando que tono.

  62. Ivan Cardenas

    Querida amiga,
    Permíteme saludarte con afecto, camaradería y un abrazo virtual, leer lo que relatas me lleva a pensar en Neruda y su Canto General. De allí escojo, y con permiso del vate, te dedico…….Sube a nacer conmigo hermana…….
    Un abrazo de un chileno morenito y aindiado, a mucho honra y orgulloso de mi sangre mapuche y diaguita.

  63. Me encantó tu relato, sobre todo porque tratas el tema sin victimizarte y allí es donde veo la seriedad de tu lucha. Soy de un país donde la discriminación efectivamente existe, pero nunca fue muy marcada; iba más enfocada al aspecto económico que al físico porque en mi país hubo una importante inmigración tanto de Europa como de Suramérica. Tan es así que los términos: Negra, negro, negrita o negrito tienen una connotación de afecto y cariño; nunca de desprecio (habrá sus excepciones pero no es lo común). No sé ahora cómo será porque llevo muchos años fuera.
    Coincido plenamente cuando dices que «no era sólo el color, era todo: un origen, una clase social, un nombre, un apellido, una escuela pública; la marca de un auto, un código postal, la marca de un vestido, las estrellas de un hotel, los asientos de un avión, el perfil de puesto en una empresa, las políticas de atención en un restaurante. El mundo y este país están sistemáticamente configurados para rechazar a un segmento, para discriminar sin tregua a unos sobre los que se imponen otros.» Así lo percibí desde que llegué a este país maravilloso, con todos sus problemas, es un gran país. Un abrazo y gracias por escribir como lo haces.

  64. Patty Llaguno

    “la belleza de tus letras se nota en la pureza de tu espíritu”

  65. Es una vergüenza como nos esforzamos en dividirnos y no entender que el color, la altura, el código postal – cómo escribiste – no, nos define y mucho menos nos hace diferentes el uno del otro. En estos momentos de pandemia ¿Que nos diferencía o mejor aún, que nos hace fuertes y únicos? Obviamente no es una blusa Versace, ni el coche a la puerta de la casa o un estúpido pay sobre la mesa. En estos días son los de voluntad recia, los que saben controlar su carácter y los que saben ser pacientes los que marcan la diferencia entre los que no lo son; los que están aprendiendo que la casa es de la familia y en ella viven todos y hoy comprenden lo importante de ayudar después de comer, lo que entre todos se cocinó, a dar gracias a Dios de tener una cama donde dormir y tenderla con agradecimiento, a darle gracias a Dios que se tiene salud para hacer en casa las cosas que no gustan, todos estos SI están marcando y haciendo una gran diferencia. Por que creo hoy estamos recordando que el día que morimos todos nos descomponemos igual y lo que nunca nos preguntarán es la marca de la blusa, del coche o del pantalón, en cambio si nos preguntarán lo que cultivamos en el corazón y ese, ese si hablara de nuestras diferencias, esas diferencias que existen entre el amor y el odio, la alegría y la amargura, la generosidad y la envidia pero sobretodo nos pedirán cuentas por lo que se nos fue dado para compartir pero se quedó guardado en un cajón.

    Me encanto tu escrito pero me dolió en el alma las formas tan espantosas como nos tratamos unos a otros. Gracias

  66. Ana Del Camlo

    Gracias por tu valentía y poner estas humillaciones el tinta, por ponernos en vergüenza. No sabes como siento que esta sea tu experiencia y que sea la de tantos mexicanos. Los mexicanos tenemos que empezar a examinarnos profundamente, nuestro racismo, misogenia, homofobia, xenofobia en conjunto con reluctancia a reconocer o actuar para cambiar tiene que cambiar. Estas conversaciones son las que necesitamos para iniciar el cambio

  67. Juan Encinas

    Habrá virus Corona clara
    Y virus Corona oscura ?

    La Superior era la rubia de categoría.

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