posmodernos y jodidos

Encerrados y desnudos

 Crédito imagen : Alberto Alcocer @beco.mx

Hoy me levanté temprano, le gané al despertador.

Soy de esas personas a las que despierta el silencio más que el canto del gallo, vayan ustedes a saber por qué.

Apenas despuntaba la luz de la mañana cuando caminé hasta la sala para ver si por fin habían abierto los botones de la orquídea altiva que hace conmigo lo que le da su chingada gana y vi al vecino de enfrente, desnudo.

En pelotas, completito, como llegó al mundo.

Y me conmovió su desnudez, vaya cosa que hacen el tiempo y el encierro; de pronto, al menos para mí, todo tiene la mirada del origen, de la filiación; todo se aleja de la conquista y da paso a la ternura, a algo parecido a la hermandad.

Me conmovió su cuerpo imperfecto, la barriga desbordada, las piernas gruesas sobre esas pantorrillas flacas, las nalgas más blancas que el resto de la piel, el desorden en el pelo. El anti erotismo que esa imagen reflejaba.

Regresé a la habitación para no seguir mirando pero la foto ya estaba ahí, nítida, en mi memoria. Cuando más tarde me senté para tener una videollamada con una locutora de un programa de radio, nos vimos las caras lavadas, desnudas a su manera, luego de los saludos y el instantáneo desahogo, me dijo “estoy en calzones, que sepas”, se levantó y en efecto, vi que estaba en calzones y playera. Me hizo gracia.

He pensado todo el día en la desnudez que este encierro poco a poco ha ido sacando de nosotros. El color original de quienes se tiñen el pelo, el interior de las casas que vemos en los programas de tele que se graban en la intimidad cotidiana de los presentadores, las cocinas y los platos, los miedos, las miserias del alma, también sus grandezas. Poco a poco, aunque suene paradójico, el encierro nos ha ido desnudando. Estamos guardados pero expuestos.

Quizá me llama la atención porque yo, misterio de misterios, soy un ser pudoroso.

Me desnudo con dificultad y lo sufro casi bajo cualquier circunstancia, desde el vestidor del gimnasio hasta las pijamadas con amigas y hermanas, me cuesta mostrarme desnuda. Estando sola soy incapaz de deambular sin ropa por la casa.

Así que toda la desvergüenza y exhibición que hago a la hora de escribir, poniendo en palabras los recovecos más íntimos de mi alma; me los guardo en el cuerpo, en la convivencia cotidiana.

No trabajo en calzones ni en pants. Yo me visto, cada mañana, para sentarme frente al escritorio a abordar el guion o la columna o el relato del día. Busco una blusa que vaya bien con los jeans, unos tenis del color adecuado, unos aretes, incluso.

Pero hay otras desnudeces que el encierro ha ido provocando: la inseguridad, los pensamientos inconfesables en torno a la posible muerte, propia y ajenas; la ansiedad, la intolerancia a las interrupciones rayana en furia instantánea, un estado infantil que se pasea a sus anchas en mi psique; las ganas de comer dulces, el recuerdo de relaciones pasadas, el arrepentimiento por haber sido mala, el arrepentimiento por haber sido una reverenda pendeja, las ganas de llorar por todos mis muertos, las ganas de abrazar a todos mis vivos… resumiendo: el amor y el miedo.

Pareciera que va quedando lo esencial, que la casa como símbolo del interior, la casa emocional y mental; están horadando sin tregua en la psique ahora que las habitamos 24 x 24.

Según Gastón Bachelard, en “La poética del espacio”, la casa representa el ser interior, el sótano corresponde a lo inconsciente, los aposentos revelan la relación con el refugio, con la madre que es una casa-útero; incluso es atinado decir que la forma y estado de nuestro espacio revela la forma y estado en que alguna vez nos relacionamos con nuestra madre, ese primer refugio, esa primera casa que tuvimos. Qué narra nuestra relación con el espacio: ¿abandono o cuidado?, ¿armonía o caos? ¿todo funcionando o ene reparaciones pendientes?

En fin, que los espacios de la casa están en nosotros, así como nosotros estamos en ellos: así como el orden exterior refleja el orden interior y el desorden lo mismo; lo que nos ha provocado estar en la casa durante esta temporada de encierro, tendrá un mensaje personalísimo para cada uno. Yo sigo pensando en mi desnudez y la incapacidad para lidiar con ella.

Que cada uno escuche, y sienta. Que estar encerrados y desnudos, nos conecte con el cuerpo, y con el alma.

@AlmaDeliaMC

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Alma Delia Murillo

Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Plaza y Valdés). Colabora en El Reforma, The Washington Post, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ y otros medios. Desarrolla guiones para cine y teleseries. Autora de las audioseries y podcasts en Amazon Audible: Diario la libro, Ciudad de abajo, Conversaciones, El amor es un bono navideño.

59 Comments

  1. Jorge Duran

    Alma Delia: te he estado siguiendo en Twitter, ahora por acá, voy a comprar algunos libros tuyos y solo quiero darte las gracias por ser una escritora tan chingona, tan tremenda, tan comprometida y tan estupenda…
    Leerte es una bocanada de aire fresco, es degustar una ciruela madura y dulce, es vivir
    Gracias en verdad

    Jorge

  2. Juan Pablo

    Maravillosa reflexión.
    Desnudez o su evasión, como grito de pertenencia. Y sí, la casa y su uso implica todo ello, incluso la terrible sensación de desplazamiento y pérdida.

    Agradezco leerte querida maestra,

  3. Amo tus letras. Gracias por regalárnoslas.

  4. JOSEFINA GUZMÁN

    Que el encierro nos conecté con el cuerpo y con el alma, es el mejor de los deseos en ésta cuarentena, un gran abrazo y gracias por tan hermosa reflexión.

  5. Juan Manuel Reyes

    Cierto, la casa es ese segundo vientre, como tambien dice Guillermo Fadanelli, y agregaría que ahí intentamos estar cómodos, seguros, resguardados de los humores externos; este encierro voluntario está permitiendo conocer los rincones no visitados por las prisas de la vida externa, y debiera servir para ir hacia esos sitios del alma, desnudandose por dentro a fin de conocerse mejor como persona, como ser humano.

  6. Camilo Umaña

    … las habitamos 24×24?

  7. Y mis perros tan campantes al desnudo, yo fingiendo con una bonita playera que me cubre arriba un poco presentable por si hay una videollamada tu mis jeans feos y cómodos que solo uso para descansar, mientras el vecino se asoma en calzones y tu escrito recrea mi realidad con distintos personajes. Saludos.

  8. Ni desvestido ni encuerado, desnudez, ¡que buena elección de palabra!

    Una delicia leerte.

    • Hola Alma:
      ¡Felicidades por tus bienescritos relatos! Gracias por tener este espacio y compartirlos.
      Este ejercicio del encierro nos ha llevado a varias cosas, actividades o ejercicios que se fueron dejando de lado o sencillamente ya no se hacían. Y quizá el más fuerte ha sido el de la introspección. No solo nos alejamos del exterior físico y vivimos dentro de casa; hemos también migrado del exceso cotidiano de pensar únicamente en lo de fuera a un proceso casi olvidado de mirar hacia dentro de nosotros mismos. Y nuestra reacción inmediata de desnudarnos con nosotros mismos. De hacer lo que hacemos con más conciencia y menor automatización.
      Ojalá, al salir de esta hibernación colectiva, el hábito introspectivo permanezca y sea un proceso rutinario que nos humanice y nos permita una mejor interacción con los otros.

      Saludos, un abrazo.

  9. Alberto rodriguez cid

    Ves lo que todos venos
    Pero que no vemos y es la negación de lo belleza que tenemos Y que ya no apreciamos Pero sigue ahi intacta y mas mucho mas madura, es tiempo de con tanto del mismo nos detengamos y recorramos nuestro bello presente tan oculto por uno mismo . GRACIAS. Por lograr este alto . Cuidate

  10. No te conozco he llegado a ti por casualidad, pero resulta que no creo en ella. Debo de felicitarte porque describiste muy bien lo que muchos hemos estado viviendo, romper con lo cotidiano y encontrarnos con nuestra naturaleza, físicos imperfectos que son parte de nosotro ser.

  11. Viendo nuestra vida desde dentro, sintiendo cada minuto sin sentirnos atrapados, esperando vernos desnudos en el momento de estar el uno con el otro…
    Maravillosa tu reflexión.

  12. Erika Hernández

    Alma Delia: hace poco te descubrí! Y me has impactado! Tienen un talento increíble! Gracias por describir con tanta magia este episodio de la humanidad.

  13. Me encanta leerte! Ya leí «El Niño que fuimos» que ha sido de mis favoritos en este confinamiento y ya compré «Cuentos de Maldad…»
    Saludos!!

  14. Ale Austria

    Ufff! Alma que cosa! Yo también vivo sola y este encierro vaya que hace pensar en tantas cosas… te mando abrazo y beso. Ojalá nos volvamos a ver en otra feria de libro, en otra presentación.

  15. maria jibaja

    … frente a la compu buscando palabras justas para consolar a mi hijo por teléfono, (ambos en nuestra isla) me aparece mágicamente el título «Encerrados y desnudos» … le digo – ¿te leo algo? … conforme leía escuchaba como su respiración se iba calmando y yo me iba agitando conmovida por tal sincronía del encuentro … me dió las gracias, mismas que tiendo iluminadas desde Coyoacán hasta donde quiera te encuentres Alma …

  16. La casa, a la que regresamos desnudos por un consuelo. Gracias Alma Delia por este bellísimo escrito. Leerte me hace más igual, menos temerosa de mis lonjas, de mis nalgas y de mis miedos.

  17. Me encanto lo que escribes . ¡Me da fortaleza para seguir con todo lo que a veces odio hacer , para que estén bien los que conmigo comparten un espacio!

  18. Apunta a la orquídea, según esto, la desnudez sin la angustia.

  19. Cecilia Ortiz

    Excelente reflexion

  20. Norma Santos Morales

    Hermosa reflexion sobre la desnudez, y no tan solo del cuerpo sino tambien del alma al expresar lo que sientes en verdad, lo que vez, lo que escribes y lo das a conocer esa es la verdadera desnudez felicidades y gracias por compartir

  21. Celia Estela Mojica Cervantes

    El vecino desnudo que es espejo de lo que hay en ese útero abandonado, bellísima la imagen. Gracias Alma Delia. Tu texto me llevó a acomodarme aguuuusto en ese lugarcito íntimo, cálido y libre de nudos sociales.
    Abrazo.

  22. Alma, tengo un grupo de 5 amigas de toda la vida como dicen acá en San Luis Río Colorado. Le he puesto voz a tu artículo y se los compartí por el WhatsApp. La bruja mayor de la Clika de eso hablaba ayer y tú le pusiste las frases, los párrafos, la emoción y el amor.
    Me falta un detalle en el texto: los aretes son largos o chicos, con plumas, brillosos o discretos. Te vi poniéndote los aretes, buscándolos antes de sentarte en la computadora. Te adoro

    • Luisa María Flores Vélez

      Es repetido, pero sí es una delicia leerte. Las imágenes que recreas y compartes; las emociones que percibes y traduces todo es emotivo y certero. Síguenos compartiendo tu sentir!! Un abrazo.

    • Eloy 🙂
      Los aretes con pequeños y discretos.
      Un abrazo a ti y a tus brujas.

  23. Alma Delia estoy un poco en sintonía contigo la apreciación de la desnudez física y moral creo que es en cierta forma algo común dadas nuestras circunstancias planetarias, todos estamos encerrados. También el deseo de gratificar este encierro con dulces y otros placeres gastronómicos que normalmente analizamos si nos convienen. En fin lo que quiero decirte es que me encanta cómo escribes. Y por favor cuídate.

  24. Mario Báez

    Almadelia , saludos de tu vecino !
    Gracias por mis cinco minutos de fama
    Afortunadamente mis pensamientos a pesar de mi desnudez, quedaron a resguardo.
    Ojalá sigas llenando espacios en mi tiempo con escritos plenos de inteligencia y originalidad
    Sabes que soy tu fan !

  25. Victoria Medina

    Me gusta todo la que escribes, gracias

  26. ¿Qué tal si aprovechamos el encierro para desnudarnos por completo de los prejuicios, de los miedos, de los odios, de los rencores? y de todo aquello que tanto nos lesiona.

    Una delicia disfrutar de tus letras. Saludos.

  27. Zandra Graciela

    Me encanto tu descripción y relato !

    Sin duda este encierro nos revela todo eso que hemos escondido en nosotros

    Felicidades

  28. Juan Carlos Flores

    Que buena reflexión me causa leer esto, cómo nos expone el encierro y nos obliga a repensarnos. Un gusto leerte!

  29. Alfonso Enrique Ordóñez Caicedo

    Buenas noches Alma Delia me encantó tu escrito «Encerrados y Desnudos» y tus observaciones, que delicia desprenderse de mojigaterias, de censuras, y que delicia poder pasear totalmente desnudo mostrando la belleza de nuestro cuerpo físico y ser digno de la admiración femenina sin morbo pero con la exquisitez de crear pensamientos de deseo. Gracias Alma por compartir tus escritos.

  30. Y es que el pudor no es algo de quita y pon: si se tiene, se tiene para todo. Y además está la estética: que duda cabe de que estamos mejor vestidas que desnudas.
    Es un verdadero placer leerte.
    Besos

  31. Alina Bassegoda

    ¡Ah bárbara! Me requeteencanta cómo escribes…
    Gracias

  32. César Téllez

    Excelente relato. ¿En qué momento»evolucionamos» tanto?
    ¿Qué pasó de la exaltación del cuerpo humano por los griegos al «pudor» de nuestros días?
    La desnudez, tan normal en aquella época y tan censurada ahora.
    Al leer tu escrito (perdón por el tuteo, pero cuando alguien te conmueve como tú, no puedes hablarle de usted).
    Asombra tu talento de extraer una reflexión tan tremenda de algo tan simple y casual, como puede ser ir por la calle y ver que alguien se cae. Hasta ahora no había escuchado sobre ti, pero recibí esta pequeña muestra por guats y creo que podré encontrar más de tu obra que, sin duda, es genial.
    Un saludo afectuoso desde Xalapa, Ver.

  33. Es momento de abrir el alma, sanar asuntos pendientes, disfrutar de la piel, de nuestros pensamientos, el amor propio. De saber qué estamos vivos y agradecer por ello.
    Abrazarse y vivir intensamente desde todos los estados que estamos pasando, al final no está bien ni está mal, solo es y fluir.

  34. Miriam Hernández

    ¡Extraordinaria! Gozo leérte, gracias.

  35. Yo soy como esos memes que dicen: necesité una pandemia para darme cuenta que mi estilo de vida es de cuarentena.
    Mi trabajo me lo permite.
    Pero claro; el ambiente se espesa. Se le hace bolas el engrudo.

    De todo esto saldremos, pero no necesariamente mejores. Lo que nos hará sobrevivir y mejorar es la capacidad de ustedes los artistas de darle otra vuelta de tuerca a la realidad.

    Vaya responsabilidad te echaste (echamos) al hombro, querida Alma.

  36. Juan Tonda

    Muy bonito, aunque al final se cae un poco. Felicidades

  37. Alma Delia no te conocía. Soy una poeta argentina que he vivido en México. ¡No te imaginas el placer que me dio leerte! Tus palabras son diáfanas, se desnudan como el vecino en su casa, en ese espacio-tiempo de cuarentena en que todes nos quedamos en pelotas. Hasta la orquídea.
    Gracias

  38. Hola Alma,

    Me gustó el texto. Coincido en que la pandemia viene «desnudando» a las personas. Está sacando lo mejor de algunas, y lo peor de otras.

    Por cierto, llegué a tú blog gracias a Twitter. Y en tú cuenta también me enteré del concurso ‘El mundo desde tú ventana’. Estoy interesado en participar, pero tengo un par de dudas respecto a las bases y quizás me podrías ayudar a resolverlas.

    Sí bien el formato de envío es en audio… ¿se debe enviar aparte la versión escrita de la crónica? ¿se manda en Word o Pdf? ¿o sólo basta con el audio?

    Entiendo que la fecha límite para la recepción de audios es el 21 de junio. No obstante, también indican que se anunciarán a los ganadores entre el 20 y 30 de junio. Esto me llamó la atención, ya que los premiados podrían ser anuciados el día 20, es decir, antes de la fecha de cierre. Me parece que la parte de «selección y filtros» no está bien explicada y podría generar confusiones.

    Te agradecería sí es que me puedes ayudar a resolver estas dos inquietudes. Desde ya gracias por tú tiempo.

    Saludos desde Perú,

    Diego

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